Esta capa debe su nombre a un Ocra con tann pésimo sentido de la orientación que era capaz de perderse en su propia casa, ¡Y eso que vivía en una cabaña! El origen de su problema era una malformación celebral que perturbaba sus funciones visuales: todo lo que veía se le aparecía como una enorme playa soleada, bañada por agauas cristalinas y rodeada de cocoteros.